miércoles, 10 de noviembre de 2010

Noche especial

Por alguna extraña razón mañana va a ser un día distinto. No porque ya voy a ser un profesional matriculado. Sino algo mucho mas trivial como que mañana juega el rojo. Por esta pavada vas a callar ese sano silencio que mantenías en este blog? con mucha razón se preguntaran. Y si, lamentablemente escribir acá es mas barato que mi psicólogo.
Pero mañana lo que va a hacer especial ir a ver el partido es que voy a ir con mi viejo y con uno de mis hermanos. Quizás esté sensible, quizás me estoy poniendo viejo(?) no lo se. Pero de solo pensarlo me emociono (poquito, recuerden que los machos machos no lloramos). Pensar que mañana vamos a transitar juntos calle Italia yendo a la cancha de los vecinos (porque un cobarde, un imbécil, revoleo en nuestra cancha una piedra al arquero contrario) junto con otras almas rojas, llenos de esperanza, para estar ahí y alentar al equipo y ver fútbol (esperemos...) me pone como mínimo ansioso.
Rememorar épocas pasadas (cuanto tiempo? cuantos años?) de caminar esas calles pobladas de galpones y depósitos, cuando eramos muy chiquitos, sabiendo que íbamos a ver al equipo. A nuestro equipo, al equipo nuestro y de papa. El equipo que habíamos heredado, con orgullo por cierto, con las camisetas puestas, alguna bandera en la punta de un palo lista para ser enarbolada con orgullo.
Muchas cosas me emocionan. Pero el recuerdo de esos momentos hoy están a flor de piel. Quizás se deba a que el tiempo llevo a que ahora me encuentre en la vida siendo padre y espere con ansias el día que pueda llevar a mi hija a la cancha, en hombros, con la camiseta roja puesta, alguna bandera, algún gorro... pero el mismo sentimiento.
El resultado del partido de mañana sera anecdótico. Lo importante mas allá de lo que ocurra en la cancha, por lo menos para mi, empezó hoy. Y continuara, como la vida misma...


Sean felices!!!


Ele ele